Lun, 12/01/2014 - 12:02 -- admin

2.3 LÍNEAS DE TRABAJO

La Ciudad Amable apuesta por trabajar en la recuperación y revitalización del espacio público, y el fomento de un sistema de movilidad que prime las formas de desplazarse más sostenibles, especialmente andar e ir en bicicleta. Desde el programa se defiende la necesidad de contar con la participación de todas las personas, siendo la infancia el grupo social protagonista en el programa educativo.

Por esta razón, el diseño de la propuesta didáctica plantea el trabajo sobre contenidos propios del espacio público, la sostenibilidad urbana y la movilidad sostenible, integrando a su vez los contenidos y metodología proporcionados por la educación para la participación.

La Ciudad Amable se perfila como un programa con afán transformador.
De ahí la necesidad de conocer la realidad que se quiere transformar. En consecuencia el punto de partida (línea 1) se plantea como un trabajo de análisis 

y s

ensibilización sobre el modelo urbano actual contextualizado en la realidad de cada municipio. Tras este trabajo se ofrecen dos opciones, a su vez, complementarias entre sí. La primera opción (línea 2) parte de la idea de la necesidad de que el alumnado participe en un diagnóstico del espacio público cercano, analizando sus características, sus usos, su historia, etc, y realice propuestas transformadoras al respecto. La segunda opción (línea 3) persigue el fomento del uso de medios de transportes de modo activo, con especial énfasis en el uso de la bicicleta.

En las tres líneas se defiende el derecho a la ciudad por parte de la ciudadanía,

el disfrute del espacio público y la recuperación de maneras activas de transportarse que no estén mediadas por los vehículos motorizados, poniendo de relieve la necesidad y el derecho de todas las personas a desplazarse a pie o en bicicleta. En todas ellas se plantea la secuencia centro-barrio-ciudad atendiendo tanto a contextos de trabajo como de reflexión-acción.

Línea 1. Actividades de sensibilización.

Esta línea de trabajo pretende implicara la comunidad educativa en un proceso de sensibilización frente a los modelos
de ciudad y de movilidad dominantes, mediante una serie de recursos y la orientación necesaria para su inserción curricular. La propuesta se ha diseñado para que sea adaptable a la realidad de cada municipio y cada centro, y atendiendo a una progresión en la secuencia de aprendizajes. Se espera que tras el trabajo en esta línea el alumnado adquiera algunos de los conocimientos necesarios para analizar su entorno descubriendo las implicaciones socioambientales que el modelo urbano, y el predominio del automóvil tienen- en su autonomía, salud personal y ambiental, derecho a disfrutar del espacio público, etc-, así como la capacidad de “soñar” un entorno más amable.

Línea 2. Espacio público: diagnóstico y plan de actuación.

Desde La Ciudad Amable se considera fundamental la participación de la ciudadanía en el diseño de la ciudad. De ahí la importancia otorgada en el programa a los procesos de educación para la participación. Con esta línea, se pretende involucrar a toda la comunidad educativa, con especial protagonismo del alumnado, en la elaboración de un diagnóstico de su entorno más inmediato, focalizado en el espacio público, su configuración, usos, historia, etc., y principalmente sus posibilidades. Tras el diagnóstico realizarán propuestas de recuperación o transformación de este espacio público en base al análisis realizado, sus deseos y sus necesidades. Para facilitar la labor del profesorado se ofrece una guía con las orientaciones necesarias para la elaboración del diagnóstico y del plan de actuación, aportándose las orientaciones necesarias para su inserción curricular.

Línea 3. Guía “La Bicicleta y la Escuela”.

Con el trabajo en esta línea se pretende favorecer maneras de desplazarnos que, a la vez que cubran esta necesidad, contribuyan a la configuración de ciudades más sostenibles y humanas.
La construcción de ciudades más amables, 
pasa por una necesaria transformación hacia un sistema de movilidad en el quese priorice la posibilidad de realizar los desplazamientos cotidianos caminando o en bicicleta. Con este cambio se recuperaría una gran superficie del espacio público destinado a los coches- aparcamientos, u otras infraestructuras-,supondría mejoras considerables para la salud humana y ambiental, facilitaría que las niñas y los niños se puedan trasladar segura y libremente de la escuela a casa, a los parques, etc. Permitiría que las calles dejen de ser pasillos que conducen a lugares, para ser lugares en sí mismas.

Esta es la razón por la que en esta línea se busca que la comunidad educativa se implique en el trabajo sobre medios de transporte sostenibles, prestando especial atención al caminar y al uso de la bicicleta.

Para tal fin se ofrece al profesorado la guía “La bicicleta y la escuela” en la que se facilitan los recursos necesarios para trabajar en el aula diferentes aspectos relacionados con el sistema de movilidad así como las alternativas existentes, prestando especial atención a los desplazamientos a pie y en bicicleta. También se ofrecen diferentes estrategias para que la comunidad educativa active procesos en los que se pongan en marcha otros “sistemas de transporte” alternativos a los actuales.