Jue, 10/23/2014 - 12:12 -- admin

Basta recordar nuestra niñez, para comprobar que los niños de hoy pasan más tiempo en espacios cerrados (el aula, la casa, el automóvil, el centro comercial...), sentados frente a las pantallas (entre 990 y 1200 horas anuales de media, en España, según las estimaciones) o realizando actividades dirigidas por adultos (clases, talleres, extraescolares, deberes...) que jugando al aire libre.

Heike Freire, 2012. 

De la misma manera que Jordi Borja (2011) plantea que el espacio público expresa la democracia en su dimensión territorial, se podría decir que la situación de la infancia en el espacio público expresa la capacidad que tiene la sociedad y la democracia -en este momento- de dar respuestas integradoras y que atiendan a la realidad de los diferentes grupos sociales3.

La infancia y la tercera edad, grupos sociales considerados más vulnerables, y su presencia-ausencia en la ciudad, son un interesante barómetro para medir la capacidad de dar respuesta a las necesidades de los distintos grupos sociales que coexisten en ella. 

En muchas ocasiones no somos conscientes de los cambios que experimenta nuestro entorno físico y social, pero esos cambios suceden, y son expresión de la manera en que en cada momento se organiza la sociedad. En los últimos años el entorno físico, pero sobre todo el social ha cambiado y mucho. Las personas nacidas en las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado, o antes, tuvieron la posibilidad de “experimentar” la ciudad de una forma más libre, podría decirse que se “vivía la calle”, aprendiendo a solucionar conflictos, a compartir, a resolver situaciones y tomar decisiones, en definitiva a vivir.

Sin embargo, en tan solo 20 años, entre los años setenta y los noventa del siglo pasado, se pasó de una inmensa mayoría de menores que utilizaban la calle y
se movían sin acompañamiento adulto en sus trayectos cotidianos, a que este uso y autonomía infantil sólo pudieran ser disfrutados por una pequeña minoría (Román y Salís, 2011).

La intención de esta reflexión no es mitificar otro tiempo, endulzar recuerdos, sino reconocer que esta situación ha cambiado significativamente. Hoy en día las niñas y los niños han perdido en la mayoría de las ocasiones la posibilidad de andar libremente por las calles, y han nacido en el contexto actual sin la posibilidad de tener el recuerdo referencial que les facilite anhelar otra forma de vivir la ciudad. 

Si has nacido durante o antes de la década de los 80, podrás recordar tu infancia y tu manera de desenvolverte en la calle, encontrarás diferencias con la actualidad.... 

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3 - Esta se supone que debe ser una cualidad derivada de un sistema democrático.