Jue, 10/23/2014 - 12:04 -- admin

“La ciudad ha cambiado. Esto no es ni nuevo, ni necesariamente malo. Las ciudades no son obras acabadas, se transforman continuamente, modeladas por el tiempo y por las gentes que por ella pasan.

Lo que si podemos y debemos preguntarnos es hacia donde evolucionan, si ofrecen un escenario para la vida mejor que antes. Si son más saludables, más seguras, más hermosas, más a la medida de las personas. Si las gentes que llegarán después de nosotras y nosotros se sentirán orgullosas, acogidas, felices, paseando por sus calles, respirando su aire, admirando sus piedras.

Satisfechas con esta broma del destino que es nacer aquí o allá. Las ciudades son testigos implacables de los hallazgos y errores de las generaciones. Y, demás, son los lugares en los que transcurre nuestra vida, aquí y ahora. Hay buenas razones para mirar con ojos críticos y preguntarnos: ¿A dónde va la ciudad?”.

María Sintes, 2000.